El Alpine A110 es, quizá, uno de los autos más deseables de nuestros días. Que si su motor central, su precioso diseño de coupé o su construcción ligera. El auto resulta atractivo desde el momento en que desentierra un nombre histórico, bien cargado de nostalgia, de la historia de la firma francesa.
Durante el Auto Show de Ginebra, Alpine exhibió un par de ediciones especiales que rinden tributo a su nuevo vehículo y dan continuidad en la línea del tiempo del auto tras haber colocado exitosamente las 1,955 unidades del A110 Première Edition. Saluda a las versiones Pure y Légende.
El Pure apunta a la conducción, mientras el Légende se decanta por un mayor refinamiento.
Pure es la más cercana a la ideología de la edición de lanzamiento, cuyo hábitat natural se encuentra entre curvas de carreteras de montaña. Conserva el sello de identidad del modelo original, el A110 Berlinette, con el que la marca ganó el Rally de Monte Carlo en 1973. Utiliza un motor central de 1.8 litros de 252 hp, suspensión de doble triángulo en ambos ejes y transmisión automática de doble embrague de siete cambios.
El Alpine A110 Légende, en cambio, apuesta por un mayor refinamiento y un uso más sofisticado en el día a día. Su equipamiento de serie incluye asientos eléctricos de seis vías, de diseño ligero y provistos por Sebelt. La tapicería es en cuero y buena parte del interior lleva insertos en fibra de carbono.
Sus especificaciones mecánicas son idénticas a las del A110 Pure, con el que también comparte la llegada de tres nuevos colores para la carrocería: Blanc Irisé, Bleu Abysse y Gris Tonnerre.