Seamos honestos, hablar de autos premium nos hace pensar, en la mayoría de los casos, en autos europeos, específicamente en alemanes e ingleses pero no en japoneses, ¿Cierto? Bien, de ahora en adelante cuando se piense en autos premium lo correcto será expandir nuestro horizonte y voltear a ver hacia los autos del país nipón, llámese Acura, Infiniti y/o Lexus, marcas que en los últimos años han disminuido notoriamente la brecha que existía entre estos y los europeos de renombre (Audi, BMW, Mercedes Benz, Jaguar).
El sedán mediano de origen japonés que ocupará los siguientes párrafos de esta nota y la segunda parte de la prueba (disponible el 09/02/15) es el Acura TLX, auto que llegó a México a finales del año pasado con una carga tecnológica sorprendente así como con buena conducción y calidad de materiales / manufactura, características propias de un auto premium, y no, no es europeo, es japonés y pertenece a Acura, división de lujo de la confiable Honda.
Este auto llega a México a suplir tanto al TL y TLS. Disponible en México en dos versiones, la primera llamada Tech con un motor 4 cilindros de 2.4 litros entregando 206 HP y 182 lb-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de 8 velocidades y la segunda, que fue la que pudimos probar, llamada Advance que monta un motor 6 cilindros de 3.5 litros entregando 290 HP y 267 lb-pie de torquea través de una transmisión automática de 9 velocidades.
Lineas elegantes y tradicionales
Caminando alrededor del auto, una y otra vez, observándolo y admirándolo, nos podemos dar cuenta que pudiera pasar desapercibido por la mayoría de la gente, es decir, no roba miradas aunque habrá quien lo admire y volteará a verlo y es que sus lineas son tradicionales, sencillas, algo que será benéfico para aquellos que busquen un producto de gran nivel pero que quieran pasar desapercibidos, los que quieran llamar la atención al pasar por las calles, no llenarán sus e xpectativas con este producto.
El frente, con la característica parrilla de plástico tratando de imitar el aluminio ,se ha convertido en un sello de la marca Acura y, aunque pudiera ser de un material de mayor calidad, el resultado visual es acertado así como los faros que, en mi experiencia, son unos de los que mejor capacidad para iluminar he probado ya que cuentan con tecnología LED Jewel Eye conformada por cinco fuentes de luz en cada uno de los faros que cumplen de gran manera su función.
Interior premium
Nos subimos al Acura TLX y la atmósfera que se percibe al interior es de gran calidad; puertas, tablero y consola central cuentan con materiales de buen tacto así como los vistos en asientos y demás recubrimientos. No hay queja en cuanto calidad de materiales y ensamble de los mismos lo que habla del buen trabajo que se realiza en la planta de Marysville, Ohio donde este auto es fabricado.
Colocarse en el asiento del conductor es tarea fácil y resulta en una cómoda posición de manejo desde la cual podremos tener a la mano todos los mandos del tablero que presume dos pantallas. La primera es de ocho pulgadas y está colocada en la parte superior del tablero, la cual nos ofrece información del sistema de navegación, sistema de audio así como la visión de la cámara de reversa y es manejada a través de una perilla y botones situados en la parte media del tablero, por debajo de la segunda pantalla que es de 7 pulgadas con función touch y provee información del sistema de audio y sistema de aire acondicionado pero no tiene el nivel esperado para poder manejarla de forma intuitiva como los demás mandos.
Mención aparte merece la consola central y el sistema Shift by Touch -aquí empieza la carga tecnológica de la que hablábamos- el cual deja atrás a la tradicional palanca de velocidades dando lugar a una serie de botones, cada uno con diferente forma con la finalidad de poder identificarlos al tacto y no distraer la mirada.
Continuará...
Fotografía | Salvador Sánchez Díaz
