A ti, a mí y a medio continente seguro que nos ha pasado: Compramos algo por Internet, recibimos el aviso de que nuestro paquete será entregado "en las próximas 24 o 48 horas" y sólo nos quedan dos opciones: detener nuestra vida o pedirle a algún vecino que lo recoja... para que luego el paquete ni llegue. True story.
Volvo quiere acabar con eso. Estemos donde estemos, nuestro paquete llegará a nuestras manos a la cajuela de nuestros autos; esto, claro, siempre y cuando conduzcamos un Volvo, vivamos en Gotemburgo y compremos con las tiendas participantes. Más adelante el servicio se extendrá al resto del mundo y con más tiendas afiliadas.
El sistema, llamado Volvo In-Car Delivery, funciona así. El repartidor recibe la orden de entrega y los datos de nuestro vehículo, incluida su ubicación. Cuando llega a él, el propietario recibe una notificación para que, a través de Internet, libere los seguros de la cajuela y el repartidor pueda depositar el paquete ahí.
De esta forma, Volvo nos plantea la idea de convertir la cajuela de nuestro coche en una clase de buzón que nos acompaña a todos lados. ¿Te imaginas ese sistema funcionando en México?
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