El escándalo de emisiones por el que ha atravesado Grupo Volkswagen destapó la cloaca para otros fabricantes que han realizado acciones similares. En este sentido, como medida preventiva, Nissan echó a andar un programa interno en septiembre del año pasado para identificar posibles errores en sus pruebas de consumo y emisiones. Al final de la evaluación ha descubierto algunas irregularidades.
La firma japonesa admite que el procedimiento de prueba de emisiones del escape y rendimiento de combustible en 19 de sus modelos no fueron realizados bajo las condiciones que estipula el protocolo, de manera que los resultados están basados en en mediciones alteradas.
Nissan ya notificó al Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón y contrató a una firma legal para que investigue el origen de estas irregularidades. En su comunicado asegura que las cifras de emisiones y consumo anunciadas en la publicidad de los modelos implicados no se ve afectada.
El anuncio únicamente tiene validez para el mercado japonés, donde la marca ya había atravesado un problema similar a finales del año pasado, cuando se descubrió que certificaciones sin inspeccionar habían sido firmadas desde hacía décadas, lo que desembocó en un llamado a revisión de más de un millón de unidades en Japón.
