En grandes ciudades como la nuestra, donde históricamente la planificación de vialidades más grandes o el trazado de las mismas con visión a futuro no son n serán su fuerte, la única opción viable es buscar nuevas opciones de movilidad que no afecten las existentes y parece que el Cablebús llegó para salvarnos.
Tanto la presidenta de México, Clara Sheinbaum como la jefa de gobierno de CDMX, Clara Brugada, presentaron el nuevo proyecto de la Línea 4 del Cablebús, la cual será la más extensa del mundo, con 11.4 kilómetros de recorrido, que unirá las alcaldías Tlalpan y Coyoacán en menos de 40 minutos, beneficiando a más de 65,000 personas, por una tarifa de 7 pesos el viaje.

Las estaciones se distribuirán entre zonas de alta densidad y barrios populares, que hoy padecen los peores traslados del sur de la ciudad. La línea comenzará en Universidad y terminará en Pedregal de San Nicolás, con paradas clave como Cantera, Perisur, Mercado Hidalgo y Cultura Maya.
Parte de los objetivos es reducir el tiempo de traslado hasta 45% frente al tráfico en avenidas como Picacho-Ajusco; la estación Universidad se integrará con la Línea 3 del Metro y perisur hará lo mismo con la Línea 1 del Metrobús y el Trolebús. Cantera también estará enlazada al Trolebús. Las ocho estaciones recibirán a usuarios de rutas de RTP y transporte concesionado.

El sistema echará mano de cabinas monocable, con capacidad para trasladar hasta diez personas, a una velocidad de hasta 21.6 km/h. El horario será extenso: de lunes a viernes, desde las 5:00 y hasta las 23:00 horas; sábados, a partir de las 6:00 horas y domingos a las 7:00 horas. Las personas mayores, con discapacidad y menores de cinco años podrán viajar gratis.
Durante la presentación, Brugada explicó que este es apenas el inicio, pues este mismo año, comenzará la construcción de otras dos líneas: una que conectará Álvaro Obregón con Magdalena Contreras; y otra que correrá de Milpa Alta a Tláhuac. Para 2026, se sumarán nuevos trayectos en Cuajimalpa y Xochimilco.
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