Desde su concepción, el hiperdeportivo Valkyrie de 3.5 millones de dólares de Aston Martin estaba destinado a ser el pináculo del rendimiento en carretera, una máquina inspirada en la Fórmula 1, equipada con un motor V12, tecnología de vanguardia y el orgullo de la marca en plena exhibición, sin embargo, para un propietario alemán, su auto ha resultado todo menos heroico.
Resulta que, después de sólo 441 kilómetros acumulados en el odómetro de este coche en tres años, una mezcla de mal funcionamiento, drama legal y un roce con el desastre ha convertido su experiencia como propietario en una pesadilla.
En declaraciones a la revista alemana Handelsblatt y bajo el seudónimo de "Kunze", el propietario descontento reveló que compró el hipercoche por 3.46 millones de dólares en febrero de 2022, sin duda atraído por su forma agresiva, su extraordinario rendimiento, un interior similar al de un coche de carreras y la promesa de una experiencia que se acerca lo más posible a las carreras, mientras es legal en la calle y circula por la carretera.
Desafortunadamente, muchos problemas estuvieron presentes desde el principio, pero la gota que derramó el vaso y lo que lo hizo demandar a Aston Martin fue el hecho de que casi se estrella contra una ambulancia. Según él no estaba siendo imprudente, si no que el coche en sí no funcionó correctamente o, en concreto, lo hizo uno de sus elementos de seguridad.
De hecho, debido a que el bloque V12, desarrollado por Cosworth, que genera alrededor de 1,000 hp, que lo convierte en el motor de producción en serie atmosférico más potente de la historia, se pone en rojo a unas asombrosas 11,000 rpm y es lo suficientemente fuerte como para hacer que los oídos pidan clemencia, cada Valkyrie viene dotado con auriculares especiales, los cuales están conectados a micrófonos externos y el conductor debe usarlos en todo momento, asegurándose de que se mantenga consciente de su entorno mientras acelera la bestia.
El dueño del auto aseguró que el sistema falló y casi se estrella contra una ambulancia, a pesar de que sonó el claxon. "Fue sólo gracias a la rápida reacción y las habilidades de manejo del conductor de la ambulancia que se evitó un accidente fatal", dijo el dueño del Aston. Poco después se produjo una demanda y, como señaló Handelsblatt, su abogado, Marco Rogert, afirma que Kunze no se ha atrevido a conducir su Aston desde entonces.
Como se indica en la demanda, los problemas comenzaron justo después de que se entregara el hipercoche. Después de unos pocos kilómetros, todo tipo de luces de advertencia comenzaron a parpadear y el sistema de alto voltaje falló. Por lo tanto, en lugar de deambular por la autopista, la Valkyrie fue transportado al centro de servicio para ser reparado.
La demanda alega que estos problemas son inaceptables en cualquier automóvil nuevo, independientemente de su precio, y mucho menos en uno que cueste más de tres millones. Obviamente el dueño pidió que se revirtiera la compra, a lo que Aston Martin simplemente dijo que no, insistiendo en que había entregado un "vehículo impecable".
Incluso, el fabricante afirmó que, si aceptara recuperar el coche, le cobraría a Kunze 63,400 dólares por los 441 kilómetros que se había conducido el Valkyrie. Aparentemente, Aston está de acuerdo con eso, ya que espera que sus clientes no conduzcan su hiperdeportivo.
"La mayoría de los propietarios conducen alrededor de 300, y ciertamente no más de 1,000 kilómetros por año", se dice, según el medio alemán Handelsblatt. Si bien esto puede ser cierto para la mayoría, una marca que dice que no debes conducir el automóvil por el que pagaste millones es absurda, si no directamente cínica.
La compañía también señaló que conducir un automóvil superdeportivo durante períodos prolongados puede acumular costos adicionales. Como ejemplo, señalaron que después de 50,000 kilómetros será necesario reemplazar "toda la transmisión".
Por si esto fuera poco, Aston Martin indicó que el daño del auto no fue causado por una falla del sistema, pues son "signos típicos de desgaste o marcas que surgen de un reemplazo inadecuado de la rueda. En este contexto, el demandante insistió en cambiar él mismo las ruedas del vehículo e incluso compró un juego de gatos al demandado específicamente para este fin".
De momento, las dos partes tienen seis semanas para presentar declaraciones adicionales. Si el Tribunal Regional de Aquisgrán declina su jurisdicción, Kunze podría verse obligado a llevar el caso a un tribunal británico, lo que probablemente aumente su frustración y determinación de hacer que Aston Martin pague por lo que describe como un "coche de lunes".
