Que la palanca para manipular la transmisión desaparezca tiene sus ventajas en favor de perillas selectoras, pues de alguna forma se aprovecha mejor el espacio en la consola central y le da a todo el conjunto un aspecto más limpio, sin embargo, no es para todos, pues al propietario de una Chrysler Pacifica le generó confusión.
Resulta que, mientras sacaba de su casa de su minivan, en una maniobra de reversa, detectó que había basura en el habitáculo, por lo que decidió detenerse brevemente para sacar los deshechos, antes de continuar su marcha hacia atrás.
Para su mala fortuna, en lugar de accionar la perilla giratoria de la transmisión y activar Park antes de salir hacia el bote de basura, el propietario tomó por error la perilla del volumen del sistema de infoentretenimiento y la giró en el sentido contrario a las manecillas del reloj.
Esto resultó en que la Pacifica se desplazara cerca de 3 metros y chocara contra la parte trasera del automóvil estacionado de un vecino. Al dueño de la minivan no le quedó más que esperar el inevitable impacto.
Por fortuna, el daño en ambos vehículos fue menor, pero las cosas podrían haber sido peores si el auto del vecino no hubiera estado allí para impedir que la Pacifica realizara una trayectoria mucho más lejana, particularmente porque sus hijos estaban cerca en ese momento.
No está demás agregar que la Pacifica tiene cuatro diales giratorios montados en la superficie inferior de la consola, y aunque el de la transmisión está más cerca del conductor y un poco más grande que las otras ruedas, esta se encuentra a sólo escasos centímetros del dial del volumen.
