Todos hemos cometido errores en el trabajo, pero si algo puedo asegurar es que casi nadie ha cometido un error tan grave que cueste millones de dólares (literalmente). Sin embargo, ese “casi” le toco a un desafortunado operador de grúa, que sí cometió un error millonario al tirar de un camión de transporte a un rarísimo RUF CTR, valuado en millones de dólares.
Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana en San Francisco, Estados Unidos, y fueron captados en foto y video por un transeúnte. Gracias al registro audiovisual, se puede ver al deportivo alemán tocando el suelo con el parachoques trasero, lo cual evitó que el golpe fuera más aparatoso.
Según lo que se sabe, la historia es aún más amarga para el dueño de este RUF CTR, también conocido como Yellowbird, pues se dice que el automóvil iba regresando a Estados Unidos después de haber pasado algunas semanas en Alemania, donde recibió un tratamiento estético, con una nueva capa de pintura, misma que evidentemente se va a tener que volver a aplicar.

De acuerdo con una publicación en el Instagram de John Clay, figura relacionada al mundo de los autos, el incidente ocurrió por un error del operador de la grúa cerrada, pues se dice que olvidó bloquear las ruedas del automóvil deportivo, por lo que rodó al maniobrar para bajarlo.
Como lo pueden ver, el RUF CTR negro no logró golpear por completo el suelo, ya que cayó únicamente con la parte trasera, atorándose en la rampa del propio camión. Pese a que el golpe no se ve tan aparatoso, estamos seguros que la reparación será sumamente cara, pues este automóvil es una auténtica rareza y está valuado entre 4 y 6 millones de dólares, es decir, su precio podría rebasar los 111 millones de pesos.

¿Y por qué es tan barato? preguntarán muchos de ustedes. Pues bien, la razón de este precio tan elevado es porque únicamente se fabricaron 29 ejemplares entre 1987 y 1996. El automóvil se basa en el Porsche 911 Carrera 3.2 de 1987, pero es 200 kg más ligero y cuenta con un turbocompresor específico, entre otras mejoras mecánicas que llevaban la potencia a 463 hp y el par a 408 lb-pie.
A finales de los años ochenta, el RUF CTR era uno de los automóviles más rápidos del mundo, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4.0 segundas y una velocidad máxima de 342 km/h, alcanzada en 1988 por Auto Motor und Sport, superando a otras leyendas de la época, como el Porsche 959 y el Ferrari F40.

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