Con los precios de la gasolina y de los mismos autos cada vez haciéndose más altos es común que muchos comiencen a buscar mejores alternativas de costos y consumos. Por ello los autos híbridos están teniendo un gran crecimiento en popularidad. Hoy, en México el Toyota Prius 2023 que arranca desde $469,900 es el auto híbrido más barato del mercado. Por ello te contamos tres razones por las que vale pena y dos por las que no tanto.
Tres razones por las que vale la pena
Eficiencia destacable
En México y en gran parte del mundo Toyota es quien lleva el liderato en cuanto a desarrollo y ejecución de trenes motrices híbridos. Sumado a la durabilidad que caracteriza a los productos de la marca, podemos estar más confiados en su desempeño.
En términos de eficiencia la configuración de un motor atmosférico de 4 cilindros de 1.8 litros, más un motor eléctrico y una batería de iones de litio, combinados con una carrocería aerodinámica y llantas de baja resistencia al rodamiento pueden otorgarle unos consumos de más de 21 km/l sin mucho esfuerzo en ciudad.
Este tren motriz es distinto al de su generación pasada, pues se actualiza para gestionar mejor el poder y aumentar su potencia a 138 hp desde unos 121 hp que portaba antes.
Buen nivel de seguridad aún en versión de acceso
En México el Toyota Prius de nueva generación solo se ofrece en dos versiones. Desde la de acceso llamada "Base", ya cuenta con la suite de Toyota Safety Sense que incluye: freno autónomo de emergencia, mantenimiento de carril, control de velocidad crucero adaptativo, frenos ABS, ESC, cámara de reversa y monitoreo de presión en las llantas.
En la versión Premium, es decir, la tope de gama; también se ofrece monitor de punto ciego y sensores de proximidad delanteros y traseros.
Gran relación de costo/beneficio
En la versión Base por $469,900 podrás contar con una pantalla de 7" compatible con Apple CarPlay y Android Auto, cuadro de instrumentos digital, aire acondicionado, tapicería en tela, faros y calaveras LED. Este precio es incluso menor al del propio Corolla Hybrid en su versión base, mismo que no cuenta con asistencias avanzadas cómo las de Prius. Aunado a ello se suma la eficiencia de la que hablamos.
Otro punto importante está incluso en la versión tope de Prius, pues por $543,900 ofrece más equipo y mejor balance que la que lleva el Hyundai Elantra Hybrid, su único rival de otra marca, que por ahora cuesta poco más de $646,000.
Dos razones por las que no lo vale tanto
La visibilidad y espacio no son los mejores
Al tener una silueta fastback, los pilares traseros y medallón tienen formas menos comunes, mismas que se traducen en una visibilidad considerablemente reducida. Aquí es donde el monitor de punto ciego y el espejo retrovisor digital hacen una gran diferencia al ayudar a mitigar ese problema.
El espacio en la parte trasera y cajuela están lejos de ser muy pequeños, pero tampoco son los más grandes del segmento. Un nivel justo para el día a día, aunque en estos términos, tanto Corolla Hybrid como Elantra Hybrid ofrecen mejor visibilidad y espacio.
Visualmente el gran trabajo de diseño se ve interrumpido por la selección de rines
Desde que se presentó hubo un punto que ni clientes ni especialistas han perdonado. Se trata de la elección de rines. Pues ya sea para el modelo base o el más completo, el Prius 2023 llega acompañado de rines de acero de 17" con tapones de plástico.
Si bien es un punto que realmente no afecta de gran manera al desempeño o el gran balance que ofrece, sí rompe un poco con la buena imagen que lograron darle a la carrocería. Los rines de aluminio con tapón del Prius de generación pasada o del Corolla Hybrid realmente lucen mejor integrados y al menos daban la opción de quitar el tapón para ver unos rines que si bien eran muy sencillos, lucían mucho mejor que unos de acero.
No es nada grave ni un motivo por el cual descartar a Prius ya que es meramente estético. Incluso en su lanzamiento la marca confirmó que llegó de tal forma, porque de esperar a añadir unos rines y tapones más estéticos, el lanzamiento de esta nueva generación hubiera tenido que retrasarse por al menos 8 meses a 1 año.
