Si un auto es llamado "La Bestia", seguramente no es por su sutileza. Este término solemos utilizarlo cuando hablamos de autos muy potentes y grandes, como la Porsche Cayenne o la Jeep Grand Cherokee SRT8, pero el Cadillac DTS del Presidente Barack Obama es capaz de ponerlas en ridículo; es la única y auténtica "Bestia".
Hace unas semanas te contábamos de la camioneta que soñaba con resistir una invasión zombie. El Cadillac de Barack Obama puede con eso y más gracias a los diferentes sistemas de seguridad con los que fue construido. Todo sea por proteger al primer mandatario de los Estados Unidos.
El nivel de blindaje de esta limusina es simplemente espectacular. Los parabrisas tienen 15 cm de ancho, los demás cristales 12.7, mientras que las puertas son de 20. Gracias a su construcción en acero, aluminio y titanio, es capaz de resistir cualquier tipo de balas, al igual que las llantas Goodyear que además son antiponchaduras. Por sí el presidente es paranoico, también cuenta con una protección de acero para el chasis que lo vuelve inmune a explosiones, y un sistema de climatización con filtro de virus y bacterias en caso de un ataque químico.
Debido a todos estos aditamentos, La Bestia pesa nada más y nada menos que 6,803 kilos. Para mover tal cantidad de masa, el fabricante norteamericano decidió recurrir a un V8 diésel de 598 caballos de fuerza. Como podrás imaginar, es una bestia sedienta de combustible, necesita 30 litros para recorrer 100 km, es decir, tiene un rendimiento de 3.33 km/l.
Para que el presidente haga todas esas cosas que hacen los presidentes, La Bestia tiene lugar para su computadora con conexión de línea segura a Internet, teléfono satelital y ventanas de privacidad para que el chofer no se entere de qué habla el primer mandatario.
Vía | Autoblog
