Al final de cada año, cuando el ritmo de la industria automotriz ha disminuido, suelo hacer un recuento de recuerdos. En específico, me refiero a los coches que probé durante ese periodo de tiempo, y de vez en cuando, me tomo minutos extras para volver a disfrutar alguno en especial.
Hablando de especial, el Dodge Challenger T/A 392 es un coupé que se quedará en mi memoria por un largo tiempo. Este muscle-car es una máquina cuyo poder reside más en la nostalgia que en los caballos de fuerza. Su aspecto retro y manejo purista lo hacen perfecto para dominguear, al mismo tiempo que con un ligero pisotón del acelerador, despertar todo su potencial al instante.