Volkswagen, Daimler y BMW son acusadas de experimentar con monos y personas
Los tres grupos automotores más grandes de Alemania están en el ojo del huracán luego de que The New York Times publicara que Volkswagen, Daimler y BMW financiaron un experimento con monos y humanos para poner en evidencia que las emisiones de los motores a diesel no son dañinas.
Una de las pruebas se llevó a cabo en 2014 —un año antes de que se destapara el escándalo de Volkswagen sobre sus motores TDI— en un laboratorio de Lovelace Biomedical de Alburquerque. El experimento consistía en hacer que monos inhalaran gases provenientes de motores a diesel. Se utilizó el de un coche último modelo de Volkswagen y el de una pick-up de Ford más antigua.
En el experimento se utilizó un Beetle TDI trucado con software para reducir emisiones.
En el informe de la prueba se menciona que los monos no murieron tras la exposición continua a estos gases durante cuatro horas, pero tampoco confirma qué fue lo que sucedió con ellos. Sin embargo, los resultados fueron manipulados debido a que el modelo utilizado para el experimento era un Volkswagen Beetle con el software para reducir emisiones, de manera que la cantidad de gases emitidos en laboratorio fueron muy por debajo de lo que el auto emitiría en la calle bajo condiciones reales de manejo.
La prueba en la que se utilizaron personas fue realizada por una asociación creada por Daimler, BMW Group, Grupo Volkswagen y Bosch.
En paralelo a este experimento, la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte reunió a 25 personas para que inhalaran dióxido de nitrógeno en un laboratorio de la universidad de Aquisgrán. A la polémica se suma que dicha asociación fue creada en 2007 por estos tres grupos automotores, junto con Bosch.
Al respecto, el director del Instituto de la clínica universitaria de Aquisgrán, Thomas Kraus, asegura que este experimento con personas no era válido para toda la población y que los resultados son inválidos para afirmar que el diésel es inofensivo, pues el dióxido de nitrógeon (NO2) es sólo uno de los múltiples gases emitidos por la quema de este combustible.
BMW y Daimler se deslindan, mientras Volkswagen se disculpa
El Gobierno de Alemania no ha tardado en mostrar su postura. De acuerdo con declaraciones recabadas por El País, Angela Merkel dijo, a través de su portavoz, que estas pruebas con monos e incluso humanos no son, desde un punto de vista ético, justificables y que lo que tienen que hacer los fabricantes de autos es reducir las emisiones, no intentar demostrar que no son dañinas.
Mientras tanto, las tres marcas implicadas ya han dado a conocer su postura. BMW menciona no haber llevado a cabo ningún experimento en animales, que no participó en el estudio mencionado y que se distancia del mismo. Por su parte, Daimler asegura que aclarará cómo es que ocurrió dicho experimento y que no tolera ni apoya tratos sin ética hacia los animales, tachando al estudio de superfluo y repulsivo.
Volkswagen ha asumido la culpa al declarar que los métodos científicos utilizados para realizar el experimento fueron incorrectos: "las pruebas en animales son completamente incongruentes con nuestros estándares corporativos. Nos disculpamos por el comportamiento inapropiado y por el juicio pobre de quienes estuvieron implicados".