Hace 20 años, cuando la marca MINI revivió de la mano de BMW Group, nadie imaginaba que su futuro estaría escrito con tinta de crossovers. Los Countryman y Clubman hoy ya representan el 40% de las ventas mundiales de la marca, y MINI quiere más. En los próximos años, su gama de modelos se expandirá con otro par de crossovers.
El primero de ellos participará en la categoría de vehículos pequeños —por debajo del Countryman, suponemos— y únicamente estará disponible con propulsión eléctrica. El segundo modelo, que MINI no ha categorizado explícitamente como crossover, se abrirá espacio en el segmento compacto premium.
La marca no entró en mucho detalle al hablarnos de sus futuros modelos, aunque sí hace énfasis en que busca satisfacer la creciente demanda de muchos clientes en términos de espacio y versatilidad, sin renunciar a los valores propios de MINI: creatividad, conducción emocionante e individualidad.
En principio, MINI no plantea reemplazar a ningún modelo actual con este par de crossovers. De hecho, en su comunicado anticipa que la siguiente generación del MINI Countryman estará disponible con motores de combustión y un tren motriz electrificado. Actualmente es el único híbrido enchufable de la gama.
La estrategia de MINI se alinea al furor mundial por los SUV y a la tendencia global de electrificación. Recientemente la marca comenzó a vender en algunas partes del mundo su primer vehículo eléctrico, el MINI Cooper SE, y acelera el paso en la producción de este tipo de vehículos. MINI comenzará a producir autos eléctricos en China a partir de 2023, en colaboración con el fabricante local Great Wall Motor.