Ciudad de México amanece envuelta en niebla. La mayoría de los autos tiene luces de niebla al frente, aunque —como hemos llegado a explicar— los modelos más recientes las han eliminado porque sus sistemas de iluminación han evolucionado y ya no las requieren. Lo que no es tan común es encontrar luces de niebla trasera en los autos, y aunque pueden ser un gran respaldo para tu seguridad, también pueden ser una molestia para otros conductores y motivo de multa.
Lo primero es cómo saber si tu auto cuenta con luces de niebla traseras. Donde se encuentre el interruptor que enciende los faros, encontrarás un logo similar, pero con una onda atravesando las rayas. Ese es el control de las luces de niebla. Si las rayas están inclinadas y del lado izquierdo, se trata de las luces delanteras; si son horizontales y están del lado derecho, son las traseras.
Al activar las luces de niebla traseras, una intensa luz roja se encenderá en las calaveras o en el parachoques del auto, con el fin de que otros conductores puedan verte desde lejos. La recomendación es encenderlas únicamente cuando el rango de visibilidad sea inferior a 100 metros.
Si activas las luces de niebla sin necesidad, puedes llevarte una multa
Las luces de niebla son un gran respaldo para la seguridad, pero su uso incorrecto puede ser molesto para otros conductores y, además, motivo de multa. Estas luces fueron diseñadas para "atravesar" la niebla; si no hay condiciones de baja visibilidad, las luces terminarán apuntando directamente a la vista de otros conductores. Además, pueden llegar a confundirse (o incluso a ocultar) con la luz de freno.
El Reglamento de Tránsito de Ciudad de México sanciona el uso indebido de luces de niebla. Si las activas cuando no es necesario —y en Ciudad de México, rara vez es necesario— podrán llevarte una multa que oscila entre 518.7 y 1,037.4 pesos.
