Ahora que las ventas de coches eléctricos se han frenado y la industria automotriz europea está en un momento agridulce, Italia está pidiendo cambiar la prohibición de vender coches de combustión interna a partir de 2035 en el viejo continente. El gobierno italiano también se inclina por revisar la normativa antes de la fecha prevista para adecuarla a la nueva realidad del mercado. Además, Italia se muestra a favor de llevar a cabo una transición más gradual hacia el vehículo eléctrico.
Cuando Europa propuso prohibir la comercialización de vehículos con motores de combustión nuevos a partir de 2035, muchos fueron los que avisaron que esta estrategia para electrificar el parque de vehicular y descarbonizar el continente podría ser un tiro en el pie.
Europa no tomó en cuenta las advertencias y decidió convertir la propuesta en normativa para matar oficialmente al coche de combustión a partir de 2035. La ley se aprobó en marzo de 2023 y han pasado muchas cosas desde entonces: las ventas de autos eléctricos se han frenado en todo el mundo y a lo largo de estos meses China pasó a ser algo más que una amenaza, mientras que la industria del automóvil europea pasa por un momento cada vez más delicado.
Tan incierto es el futuro a corto y medio plazo que ya hay países europeos que hablan abiertamente de cambiar la prohibición de 2035 y uno de ellos es Italia, país miembro de la Unión Europea, que se mostró en contra de esa medida antes de que se aprobase (y también en contra de la ley anti contaminación Euro 7).
Un año y medio después, Italia dice que esta prohibición debería revisarse antes de lo previsto porque la realidad del mercado ha cambiado. "La prohibición debe cambiarse", señaló el ministro de Energía Gilberto Pichetto, en palabras recuperadas por Automotive News Europe.
Pichetto asegura que la medida de la Unión Europea es “absurda” y está dictada “por una visión ideológica”. El político italiano señala que el plan de prohibir la venta de coches de combustión nuevos a partir de 2035 necesita cambios para reflejar las distintas realidades del mercado ahora que la industria automotriz europea está en caída libre.
Por su parte, el ministro de Industria de Italia, Adolfo Urso, dice que habría que revisar la normativa a principios de 2025, es decir, un año antes de la fecha prevista para la evaluación intermedia de estas nuevas reglas, que está fijada para 2026.
"En un panorama incierto que está afectando a la industria automotriz alemana, se necesita claridad para no dejar que la industria europea colapse. Europa necesita una visión pragmática, la visión ideológica ha fracasado. Necesitamos reconocerlo", señaló Urso.
El Gobierno italiano se inclina porque Europa otorgue más libertad a los estados miembros para que cada uno decida qué tecnología utilizar para cumplir con los objetivos de descarbonización acordados. También se muestra a favor de que la transición hacia la electrificación sea más gradual.
Más allá de la posición de Italia, ahora Alemania acaba de volver a poner en marcha las ayudas a la compra del coche eléctrico porque sus ventas no han dejado de caer en picado desde que se eliminaron los incentivos el pasado diciembre.
Mientras tanto, las ventas de coches eléctricos se han estancado en Europa y cada vez son más los fabricantes que relajan sus objetivos con el coche eléctrico, como General Motors, Ford, Mercedes-Benz o Volvo; de hecho, esta última recientemente acaba de reprogramar sus planes de ser una marca completamente eléctrica para vender únicamente coches eléctricos “cuando el mercado lo permita”.