Amanj Ali, un hombre de 41 años, dueño de un local de comida rápida llamado Tesla Chicken & Pizza, ubicado en Greater Manchester, en el Reino Unido, quien se había enfrentado a Tesla en una disputa legal de marca registrada, finalmente perdió el caso.
De acuerdo con BBC News, hasta hace poco, Ali era propietario de la marca Tesla Chicken & Pizza, que registró en mayo del 2020, en la Oficina de Propiedad Intelectual, en la clasificación 43, para servicios de alimentos y bebidas, para un nuevo negocio de comida rápida para llevar, sin embargo, Tesla argumentó que la marca registrada de Ali se aprovecharía de su reputación.
En una entrevista, Ali comentó que la inspiración para su marca fue la misma que la del gigante automotriz: el inventor e ingeniero eléctrico serbio-estadunidense Nikola Tesla. "Era una especie de tipo inteligente... en mi corta edad, yo... leía sobre él, miraba sus fotografías". Cabe destacar que Tesla no objetó su marca registrada en el período habitual de dos meses después del registro, cuando se puede presentar una oposición, pero en noviembre del 2021 recibió un correo electrónico de la Oficina de Propiedad Intelectual.
Resulta que Tesla había solicitado protección para sus marcas internacionales en el Reino Unido en la categoría de alimentos y bebidas, que también cubre servicios de restaurantes emergentes, de autoservicio y de comida para llevar. Como era de esperar, Ali se opuso porque pensó que si Tesla lograba registrarse, intentarían invalidar su marca registrada para el negocio que quería hacer crecer.
Desafortunadamente, en septiembre de 2022, Tesla solicitó invalidar su marca argumentando que su "Tesla", registrada en 2013, tenía una reputación tan establecida que su marca se aprovecharía injustamente de ella. La Oficina de Propiedad Intelectual estuvo de acuerdo y, a finales de noviembre del año pasado, ordenó a Ali pagar 4 mil libras esterlinas a Tesla (más de 86 mil pesos), más las 8 mil libras (172 mil pesos) que ya había gastado en honorarios de sus abogados.
Tras la sentencia, finalmente Ali señaló que habría apelado la decisión si tuviera el dinero, pero ya no quería gastar ni seguir viviendo con todo el estrés que le provocó todo el caso a lo largo de dos años. "Imagínese, soy sólo un pequeño empresario que dirige una tienda de pollos y viene una gran empresa propiedad del hombre más rico del mundo".
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