El Departamento de Finanzas de Canadá está considerando imponer aranceles a la importación de vehículos eléctricos fabricados en China, una medida que llama la atención pues, a diferencia de Europa, donde una avalancha de vehículos eléctricos de fabricantes chinos ha saturado los mercados locales, Canadá aún no ha visto un solo vehículo eléctrico de un fabricante chino.
De hecho, actualmente el único auto eléctrico construido en China y vendido en Canadá es el Tesla Model Y el cual, si se implementan aranceles, será el único afectado, sin embargo, el gobierno canadiense espera que estos aranceles disuadan a los fabricantes de automóviles chinos de ingresar a este mercado en el futuro.
De momento, Canadá lanzará un período de consulta pública de un mes de duración para explorar la posibilidad de imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos, siguiendo los pasos de Estados Unidos y la Unión Europea. El período de consulta comenzará el próximo 2 de julio y tiene como objetivo decidir qué acción es mejor para proteger a los trabajadores de la industria automotriz local.
"Los trabajadores canadienses y el sector automotriz se enfrentan a una política intencional de exceso de capacidad dirigida por el Estado, que socava la capacidad del sector canadiense de vehículos eléctricos para competir en los mercados nacionales y globales. Esta consulta considerará qué medidas podemos tomar para proteger a nuestros trabajadores, nivelar el campo de juego y evitar el transbordo o el exceso de oferta debido a las prácticas anticompetitivas de China", señaló la viceprimera ministra y ministra de finanzas de Canadá, Chrystia Freeland.
Esta medida surge después de que la semana pasada el primer ministro de Ontario instara al Gobierno federal a imponer aranceles significativos sobre los vehículos eléctricos chinos, con una propuesta de una tarifa arancelaria del 100% como medida para proteger el empleo local.