Del mismo modo que las carreras están ligadas con los autos prácticamente desde que se crearon, la publicidad está ligada a los autos de manera muy estrecha, pues basta echarle un vistazo a los comerciales que, año con año, debutan en el Super Bowl.
Algunos se han quedado muy arraigados en nuestra mente, como aquel anuncio en el que el Volkswagen sedán se despidió para siempre de la planta de Puebla y, en consecuencia de nuestro mercado, o probablemente recuerdes la frase “todo mundo tiene un Jetta, a menos en la cabeza” la cual, durante muchos años, vivió en la mente de los mexicanos, y así podemos citar varios ejemplos más.
Sin embargo, también existieron otras propuestas que ni siquiera vieron la luz, tal y como sucedió en el Reino Unido, con Land Rover, tras recibir quejas por el anuncio de un Defender. Resulta que, hace un par de años, la firma británica presentó un anuncio donde se apreciaban tres Defender bajando de un barco, conduciendo por la ciudad y recorriendo el desierto, mostrando sus capacidades todoterreno.
Al final se mostraba a dos de ellos estacionados en una pendiente y junto a un acantilado, mientras el tercero se movía en reversa. Cuando el conductor retrocedía hasta el borde, los sensores de estacionamiento le avisaban para que se detuviera, quedando detenido justo al límite de la caída hacia el valle.
Una acción que no fue bien vista por la Advertising Standards Agency, el organismo que vigila la publicidad en Reino Unido y trabaja por una publicidad responsable, veraz y honesta, la cual recibió dos quejas en las que se denunciaba lo peligroso y engañoso del contenido mostrado en el anuncio.
El argumento fue que los sensores de estacionamiento de los vehículos “no pueden detectar espacios vacíos o en el borde de un acantilado” detrás el coche, como se mostró en el vídeo. De esta forma, si un conductor confiara en los sensores de estacionamiento a moverse en reversa en un acantilado, simplemente caería por el borde sin que los sensores hicieran ni el más mínimo ruido.
Por su parte, Jaguar Land Rover argumentó que las imágenes del anuncio “mostraban claramente que estaba dando marcha atrás hacia una roca”, lo que podría haber activado los sensores, algo que no convenció a la Advertising Standards Agency, pues no le pareció “tan obvio” que los sensores estuvieran respondiendo a la presencia de las pequeñas rocas de la toma, a las que consideró irrelevantes.
La ASA señaló que consideraba que “algunos espectadores podrían interpretar que los sensores de estacionamiento del coche eran capaces de reconocer cuándo los conductores podrían estar de reversa cerca de un desnivel, ya fuera el borde de una colina más pequeña o un desnivel mayor”, tanto en entornos urbanos como rurales, cuando no era así. Por lo tanto, el organismo concluyó que los anuncios “representaban de forma engañosa la función del sensor de estacionamiento”.
El veredicto de la ASA impidió a Jaguar Land Rover volver a emitir tanto ese como otro anuncio anterior del Defender en Reino Unido. Aunque la marca expresó su decepción por la decisión, y aseguró que tanto “el vehículo, la tecnología y la escena” eran reales, las normas son las normas, y tuvo que acatar el fallo, aunque la denuncia fuera sólo a raíz de dos quejas.
