Conforme pasa el tiempo, son cada vez más los fabricantes de autos que se están dando cuenta de que la adopción del coche eléctrico será más lenta de lo esperado, especialmente ahora que las ventas de coches cero emisiones se han frenado en prácticamente todo el mundo.
De hecho, y bajo este panorama, algunas marcas automotrices están invirtiendo de nueva cuenta en motores de combustión interna, mientras que otras apuestan más fuerte por los vehículos híbridos. Sin embargo, hay algunas buscan soluciones particulares para mercados específicos, como Stellantis, que está desarrollando trenes motrices híbridos flexibles, es decir, que son capaces de quemar etanol y gasolina convencional y sumar la potencia de un propulsor eléctrico a la fórmula.
En ese sentido, Stellantis puso la mira en Brasil, no sólo por el hecho de ser uno de los mercados automotrices más grandes del mundo pues, en 2023, fue el sexto país en el que más coches se vendieron, con un volumen superior a 2.3 millones de unidades colocadas sino que, además, es un mercado donde los coches más populares utilizan combustible flexible, es decir, funcionan con etanol o gasolina.
Sin bien el coche eléctrico representa un porcentaje muy pequeño de las ventas totales de automóviles en este país, no tiene sentido que ningún fabricante de gran volumen apueste por las cero emisiones en este mercado, y es aquí donde Stellantis entra en acción son su tecnología bio-híbrida.
La idea de este concepto es la de electrificar los motores flexibles, tan populares en Brasil, es decir, fabricar mecánicas híbridas que puedan alimentar su parte térmica con biocombustible y gasolina. Con esta hoja de ruta, Stellantis pretende contribuir a descarbonizar este mercado. La idea de Stellantis es fabricar coches micro híbridos, híbridos e híbridos enchufables de combustible flexible. Los MHEV se denominan Bio-Hybrid, utilizan una red eléctrica de 12 volts y serán los más accesibles.
El siguiente escalón son los Bio-Hybrid e-DCT; también son híbridos ligeros, pero la parte eléctrica tiene más protagonismo que en los Bio-Hybrid, porque cuentan con una red eléctrica de 48 volts y con dos motores eléctricos, uno de ellos acoplado a la transmisión que les permite circular en modo eléctrico en momentos muy puntuales. Por su parte, los híbridos enchufables se llaman Bio-Hybrid Plug-In.
“El Bio-Hybrid es parte de la ruta tecnológica de movilidad accesible y sostenible adoptada por Stellantis. Queremos potenciar las virtudes del etanol como combustible renovable, cuyo ciclo de producción absorbe la mayor parte de sus emisiones, combinando la propulsión a base de biocombustibles con los sistemas eléctricos”, señaló Antonio Filosa, presidente de Stellantis para Sudamérica.
La tecnología flex fuel está presente en alrededor del 80% del parque automotriz brasileño, por lo que Stellantis asegura que “la combinación de etanol con electrificación en propulsión híbrida es una adecuada alternativa de transición, ya que permitirá acceder a segmentos más amplios del mercado de consumo de tecnologías de bajas emisiones”.
Desde el punto de vista medioambiental, Stellantis explica que “el uso de etanol es extremadamente eficiente en emisiones, ya que la caña de azúcar en su ciclo de desarrollo de la planta absorbe CO₂, lo que proporciona alrededor del 60% de la mitigación final de CO₂ emitido en comparación con el uso de gasolina. Además, Brasil acumula más de cuatro décadas de tecnología en este combustible y ya cuenta con una inmensa plataforma de producción, logística y distribución”.