Allá por Nueva Zelanda existe una pequeña isla llamada Waiheke, cuya población apenas rebasa los diez mil habitantes. Además de estar rodeada de aguas azules y cristalinas, esta ínsula ha saltado a la fama porque en ella se va a desarrollar un proyecto que busca eliminar por completo los autos de combustión interna y sustituirlos por coches eléctricos. ¿Cuándo? A más tardar en el año 2030.
Esta iniciativa es obra de Electric Island Waiheke, un organismo local que tiene como objetivo convertir esta región en una zona libre de emisiones contaminantes producidas por vehículos automotores.
Pero más allá de la salud del Medio Ambiente, la iniciativa de esta organización lleva otro motivo igualmente importante, como lo explica Vern Whitehead, su representante: “El precio de la gasolina en Waiheke es uno de los más altos de Nueva Zelanda lo que está perjudicando a las familias más vulnerables de nuestra comunidad.”
La información fue dada a conocer por NZHerald, diario que afirma que esta isla de apenas 91 km2 es el sitio ideal para echar a andar esta iniciativa, debido a que la distancia promedio que recorren los habitantes es menor a la autonomía media de los actuales coches eléctricos.
De hecho, esta iniciativa está respaldada por muchos políticos de Nueva Zelanda, quienes desean llevar este proyecto a otras regiones del país. De hacerse realidad este proyecto, la isla de Waiheke se convertiría en el lugar con el menor costo medio del transporte de Nueva Zelanda, además de ser la primera región del planeta libre de emisiones contaminantes producidas por vehículos.
Claro que esta transformación no será nada sencilla dado que en la actualidad hay más de 7 mil vehículos circulando por toda la isla de los cuales solo el 1% son eléctricos.
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