Estás al frente del proyecto del más novedoso auto de un gigante automotriz. Todo está listo para el lanzamiento. De pronto recibes la llamada del CEO de la compañía y te da la noticia de que tú serás el responsable de elegir el nombre del próximo modelo. ¿Feliz? Piensa de nuevo, una parte primordial del éxito de un modelo depende del nombre que se le da. Aunque parezca una decisión trivial, esta es en realidad de una decisión de vital importancia.
La designación de modelos en Europa, por ejemplo, se hace con nomenclaturas, de esta manera se prioriza el nombre de la marca por encima del modelo, mientras en América el asignar un nombre a un modelo depende del perfil de cliente al que se quiere llegar aunque algunos iconos de la industria han portado nombres en el que la historia, la casualidad o el capricho de alguien ha jugado un papel importante:
Ford Modelo T
Es el icono que revolucionó el consumo masivo de automóviles. Solo se fabricaba en un color, en negro, y su nombre fue simplemente producto de la designación consecutiva a los modelos. En 1903 Ford Motor Company empezó a fabricar automóviles y bautizaron al primero de ellos como modelo A. Para 1908, cuando se presentó el nuevo auto, la letra correspondiente era la T. Había nacido el legendario Ford Modelo T.
La historia se encargó del resto.
Porsche 911
Cuando Porsche estaba listo para presentar su nuevo modelo, este debía de bautizarse como 901 para dar inicio a una serie de números consecutivos a partir de esta cifra, pero antes del lanzamiento, Peugeot presentó una queja alegando que poseía los derechos en Europa de designación de modelos de tres dígitos numéricos con un 0 intermedio.
La gente en Porsche tenía el problema de cumplir con las fechas de lanzamiento, estaban incluso algunos modelos ya listos. La opción tomada fue simple: substituir el 0 del 901 por un 1 de los emblemas ya en existencia: Gracias al celo galo de Peugeot había nacido una de las designaciones más legendarias de la industria automotriz: Porsche 911.
Lamborghini Islero
Ford Mustang
Hay dos teoría básicas acerca de la denominación del deportivo del óvalo azul, la primera tiene que ver con la influencia de los aviones de combate P-51 también conocidos como Mustang. Por otra parte, el emblema del potro en la parrilla del deportivo lo une a la raza de potros salvajes de Norteamérica conocida como Mustang (caballo Cimarrón). El termino se deriva del termino español “mestena” que significa manada de caballos.
Chevrolet Camaro
Nissan Fairlady Z
Shelby GT350
Chevrolet Silverado
Los pickup nunca se distinguieron por llevar nombres en sus emblemas. Ford tiene la Serie F y Chevrolet tuvo el camión C. pero dentro de los niveles de equipamiento en 1975, el más alto era el del emblema del Silverado. La denominación Silverado como simple nivel de equipamiento se mantuvo hasta 1999 cuando oficialmente se adoptó el Silverado como el nombre del modelo de la plataforma GMT de Chevroet. ¿Su significado? Como sucede comúnmente en la industria, un intento erróneo de castellanización de la palabra Silver.
Toyota Camry
Probablemente es Toyota la marca que tiene los nombres de modelos más confusos y la designación de esta depende de un complicado proceso corporativo. El Corolla debe su nombre a la corola o conjunto de pétalos de las flores mientras que, por ejemplo el Camry no es solo un nombre, es la adaptación fonética del termino japonés kanmuri, que significa corona y se le dio al Camry ya que este representa la corona de la línea de sedanes del gigante japonés.
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