La idea del coche eléctrico tiene casi 200 años, y por estos motivos es que llevaba décadas fracasando
En numerosas ocasiones hemos hablado de los vehículos eléctricos, de cómo es que han evolucionado, las nuevas tecnologías que implementan, los desarrollos en puerta e incluso también hemos mencionado que estos autos nacieron hace muchos años pero no tuvieron el auge que tienen ahora, y recapitulando un poco para descubrimos el por qué.
El primer vehículo eléctrico data de 1834, pero en sí estos modelos se empezaron a comercializar hasta 1852, aunque hay que mencionar que esos autos no contaban con baterías recargables, éstas se empezaron a implementar a finales del siglo XIX gracias a los franceses Gaston Planté y Camille Faure.
Por qué no funcionaron
El famoso dicho “prueba y error” es un claro ejemplo de lo que fueron los eléctricos desde sus inicios hasta un siglo después, que más empresas empezaron a aventurarse a este mundo con proyectos más aterrizados y un tanto más tentativos, aunque definitivamente seguían siendo algo “extraño” para la época.
He ahí uno de los principales motivos por los que los eléctricos de aquella época no tuvieron un gran éxito y es que se trataba de modelos revolucionarios que rompían con los parámetros establecidos en su época, además por su puesto del costo que implicaban.
El gran problema en sí al que se enfrentaron los eléctricos desde sus inicios y también principal motivo para su deceso años después fueron las baterías, las cuales inicialmente fueron de plomo, un punto en contra si lo que se buscaba era tener la mayor ligereza en el auto para lograr un mejor desempeño.
Las baterías de plomo no tuvieron nada que hacer frente a la ligereza del combustible derivado del petróleo, pues hay que recordar que a la par de la integración de los primeros coches eléctricos, también estaban los de gasolina.
Muchos años después la necesidad de buscar nuevas alternativas menos contaminantes, y con ello ya nos referimos al siglo XX, las baterías de níquel-cadmio entraron en acción, así como las baterías basadas en metales alcalinos, pero tampoco solucionaron el problema pues seguían siendo pesadas, estorbosas y cero eficientes en cuanto a la autonomía del auto, que era el principal objetivo.
Si lo vemos fríamente los vehículos eléctricos desde que aparecieron han tenido dos fracasos y todo el desarrollo y tecnología que tenemos en pleno siglo XXI es la tercera vez que se intenta la implementación de este tipo de modelos.
Claro que ahora todo parece va funcionando perfectamente, pues los fabricantes actuales ya descifraron el problema de las baterías con la integración de las de ion-litio que ya son suficientemente ligeras y pueden ofrecer niveles de autonomía superiores. Falta implementar una buena infraestructura, por lo menos en México, para que el empuje de los eléctricos sea aún mayor, aunque esa…es otra historia.
El primer eléctrico en forma
Si bien la creación del vehículo eléctrico se le atribuye a Ányos Jedlik, un ingeniero húngaro y otros dicen que al matrimonio estadounidense Davenport. Thomas y Emily, la primera marca automotriz en crear un modelo eléctrico fue Peugeot con el VLV (Light City Vehicle) en 1941.
Este pequeño auto ofrecía una autonomía de hasta 80 km alcanzando una velocidad máxima de solo 36 km/h. Contaba con cuatro baterías de 12 voltios y tan sólo se fabricaron 377 unidades de este entre 1941 y 1945.
El modelo destacó por su particular diseño y por su ligereza, pues contaba con una carrocería fabricada en aluminio que lo hacía pesar únicamente 365 kg ya con las baterías incluidas.
El inicio de todo
A pesar de lo que ya comentamos que sucedió en las décadas de XIX y XX al igual que todas las problemáticas a las que se enfrentaron los nuevos fabricantes, no se quitó el dedo del renglón nunca, pues hoy en día vemos a prácticamente todas las marcas que se comercializan en todo el mundo, participar en este segmento de una u otra forma.
En pleno siglo XXI el eléctrico más vendido sigue siendo el Nissan LEAF, aunque debemos decir que ya tiene a muchos competidores detrás incluso con mejores tecnologías y mayores rangos de autonomía que tarde o temprano se pondrán a la par del guerrero nipón. Mientras tanto, esperemos que la tercera sea la vencida y los vehículos eléctricos triunfen y dominen las calles en el mundo de una vez por todas.
