El modelo que salvó a Porsche del abismo hace 20 años quiere repetir su hazaña, ahora en formato eléctrico: el nuevo Cayenne ya presume sus capacidades

Parece que fue ayer cuando el Porsche Cayenne de primera generación llegó al mundo, sin embargo, ya pasaron 20 años y ahora Porsche se prepara para volver a hacer historia con Cayenne, pero en esta ocasión con una motorización completamente eléctrica, que promete ser más capaz que todas las generaciones previas (y futuras) a gasolina.

Para mostrar lo que podrá hacer el nuevo Porsche Cayenne eléctrico, la firma alemana llevó un prototipo a Shelsley Walsh, una carrera de montaña en la que año a año se ponen a prueba las capacidades de distintos vehículos. Y déjenme decir que no es cualquier tipo de competencia, porque los entusiastas acuden a este lugar del Reino Unido desde 1905, es decir, es un evento más antiguo que las 24 Horas de Le Mans o las 500 millas de Indianápolis.

Pero regresando al nuevo Cayenne eléctrico, el ejemplar que recorrió el circuito de montaña era un modelo casi de producción, lo que significa que el Cayenne que próximamente llegará a los pisos de venta tendrá cualidades casi idénticas a las descritas a continuación:

En primer lugar, Porsche presume que este Cayenne eléctrico rompió el récord que se tenía para un SUV y lo hizo a manos de Gabriela Jílková, piloto de pruebas del equipo TAG Heuer Porsche de Fórmula E. De acuerdo con los datos oficiales, el utilitario de empuje eléctrico recorrió el circuito de 914 metros de longitud y pendientes de hasta 16.7%, en apenas 31,28 segundos, es decir, bajó la marca previa más de cuatro segundos. Pero eso no es todo…

Para que magnifiquen esta hazaña, el circuito tiene un ancho de apenas tres metros y medio (en algunos tramos) y el SUV batió el récord en su primer intento. Además, le bastaron 1,94 segundos para llegar al primer checkpoint, localizado a 18.3 metros (60 pies) del punto de salida; lo anterior únicamente lo habían hecho algunos monoplazas desarrollados especialmente para este circuito y montando neumáticos de carreras, a diferencia del Cayenne eléctrico, que utilizó llantas de verano.

Si se preguntan qué se hizo para conquistar la montaña de Shelsley Walsh, la respuesta es muy sencilla: no mucho. Este Cayenne tiene el sistema Porsche Active Ride, que es una tecnología de chasis activo, que nivela la carrocería todo el tiempo y bajo todo tipo de conducción. No importa si el piloto acelera o frena con fuerza, o incluso si hay un cambio de dirección, el sistema permite que las ruedas tengan adherencia en todo momento y también hace que el vehículo sea más estable y preciso, sin sacrificar comodidad ni dinamismo.

Por último, Richard Hammond, exconductor de Top Gear y The Grand Tour, utilizó el prototipo de Cayenne eléctrico para una filmación, en la que el SUV fue empleado para arrastrar un automóvil antiguo, mismo que en conjunto con el remolque sumaba un peso por encima a tres toneladas. Lo importante de este punto es lo que está demostrando que puede y podrá realizar el nuevo Cayenne, porque Porsche promete una capacidad de remolque de 3.5 toneladas en el Cayenne de producción, peso que muy pocos vehículos eléctricos pueden remolcar hoy en día.

Aún no hay una fecha establecida para el lanzamiento del Porsche Cayenne eléctrico de nueva generación, pero Porsche adelantó que los clientes también podrán elegir motorizaciones híbridas o a gasolina. Pronto podremos ver un poco más del performance de este SUV, porque hará otra aparición en el Festival de la Velocidad de Goodwood, que se realizará del 10 al 13 de julio.

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