Hay marcas cansadas de que sus autos eléctricos “no lleguen a Acapulco” y por eso les van a poner gasolina. Es el mismo truco que está triunfando en China

Pablo Monroy

Aunque la popularidad de los autos 100% eléctricos en nuestro país se ha incrementado, lo cierto es que aún estamos lejos de que el parque vehicular de este tipo de coches crezca considerablemente, pues es bien sabido que los dos principales argumentos que los frenan son la pobre infraestructura de recarga que aún prevalece en México y la angustia que provoca la autonomía de las baterías de un coche eléctrico.

De ahí que soluciones como los autos híbridos convencionales o los híbridos enchufables se coloquen como las opciones más oportunas para acercarse de algún modo a la electrificación automotriz. Y es que estas tecnologías permiten reducir el consumo de combustible de manera drástica, gracias al apoyo mecánico que brinda el motor eléctrico y de recorrer una distancia más que considerable en modo de manejo eléctrico cuando se trata de un híbrido enchufable.

Sin embargo, la experiencia de manejo sigue siendo más apegada a la de un coche de combustión interna que a la de un auto 100% eléctrico. Ante ello, existe un planteamiento que ofrece todas las bondades de manejar un coche eléctrico sin que la ansiedad por la autonomía o por la recarga de las baterías haga de las suyas.

Nos referimos a los autos eléctricos de rango extendido, que no son otra cosa que coches impulsados por motores eléctricos y alimentados por baterías, pero que, gracias a la acción de un motor a gasolina, escondido bajo el cofre, que únicamente funciona como generador de electricidad, llena de energía dichas baterías para no quedarse tirado en el camino.

Una tecnología que llegó hace no mucho a nuestro mercado de la mano de Nissan, con su tecnología e-Power, aplicada a sus modelos Kicks y X-Trail, pero que marcas como BMW o General Motors habían planteado en México años antes con modelos de rango entendido como el compacto i3 o el Chevrolet Volt, dotados con motores generadores de combustión interna.

De hecho, recientemente Changan presentó en nuestro país tres nuevos modelos con tecnología de autos eléctricos de rango extendido, los Deepal S05, Deepal G318 y Changan Hunter E.

Ahora, hay una clara tendencia por parte de los fabricantes asiáticos por producir eléctricos de autonomía extendida. En ese sentido, China quiere pisar el acelerador para consolidar su liderazgo mundial en cuanto a movilidad eléctrica se refiere, pues su gobierno presentó un plan de trabajo que marca objetivos concretos para la industria automotriz, en especial para los vehículos de nueva energía o NEV, categoría que agrupa a los coches 100% eléctricos, híbridos enchufables, eléctricos de rango extendido y de pila de combustible de hidrógeno.

Para este año, China se fijó como meta incrementar un 20% las ventas en su territorio de este tipo de vehículos electrificados, hasta alcanzar15.5 millones de unidades. Si se suman todas las motorizaciones, el país prevé vender 32.3 millones de vehículos en 2025, lo que elevaría la cuota de los coches de nuevas energías al 48% del mercado total.

Para lograrlo, el plan incluye programas piloto en 25 ciudades, donde se incorporarán más de 700,000 nuevos vehículos de nuevas energías al transporte público, como autobuses, taxis y reparto de mercancías. También se contemplan desgravaciones fiscales sobre el impuesto de compra y de circulación, incentivos para sustituir vehículos antiguos, facilidades para la venta de coches usados y una ampliación de la infraestructura de recarga y sustitución de baterías, con especial atención a las zonas rurales.

De ahí que entre los fabricantes chinos ya sea habitual ver versiones eléctricas de rango extendido, una solución muy atractiva para quienes aspiran a utilizar el coche en su inmensa mayoría del tiempo en ciudad, pero necesitan contar con la seguridad de que pueden aventurarse en la carretera.

Por referencias, hay numerosas en el mercado. Hay opciones de Li Auto, de Aito o de Changan e incluso uno de los próximos modelos de Xiaomi podría llegar con esta tecnología.

Además, durante su intervención en el Salón del Automóvil de Shanghái de 2025, Martin Sander, miembro del consejo de ventas y marketing de Volkswagen, declaró a Auto Express que el motor de combustión interna sobreviviría más allá de 2030 en los coches eléctricos de autonomía extendida del Grupo Volkswagen. “Aquí en China vamos a tener extensores de autonomía, con posiblemente 250-300 km de autonomía eléctrica, y el motor de combustión a bordo es básicamente un generador para cargar la batería", explicó.

¿Por qué es interesante para las marcas y para los clientes la tecnología de eléctricos de rango extendido?  Para los fabricantes, es una cuestión de eficiencia, de consumo de gasolina.

El hecho de que sean los motores eléctricos quienes mueven el coche es clave: un motor eléctrico convierte el 85% de la energía que consume en movimiento, mientras que en un motor gasolina esa proporción es inferior al 40%. Así, aunque acaben gastando gasolina, siempre será menos que si fuera un coche a gasolina o incluso que un híbrido enchufable.

El cliente, por su parte, tendría así acceso a un coche más barato que un eléctrico puro gracias a su batería mucho más pequeña (inferior a 40 kWh), con una autonomía eléctrica superior a los 100 km, carga rápida y un consumo de gasolina bastante inferior al de cualquier híbrido o híbrido PHEV.

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