Pronto, lejos comenzarán a quedar los tiempos de los grandes motores, de los V8, los V10 y por supuesto los V12. Con la transición a la movilidad eléctrica, las grandes cilindradas parecen no tener cabida en el futuro a mediano plazo para la industria automotriz. Hace apenas unas semanas les platicamos de BMW y la próxima despedida de su bloque V12, ahora otra marca con ADN deportivo, está próxima a hacer lo propio, y podría despedirse también de su motor 12 cilindros en V.
Días atrás, Aston Martin nos presentó al que presume ser el SUV más veloz y potente del planeta, el DBX707 con sus más de 700 caballos de fuerza, probablemente uno de los últimos ejemplares que veremos sin ayuda eléctrica, dentro del catálogo de la firma inglesa. Por lo consiguiente, motores más grandes como el V12 turboalimentado como el que porta el actual Aston Martin Speedster o el que se espera porte el próximo Vantage, tiene los días contados, al menos como lo conocemos ahora.
Independientemente de que la firma de Graydon, tenga el año 2026 como objetivo para presentar su primer modelo totalmente eléctrico y el 2030 para ofrecer por lo menos la mitad de su line-up en formato EV, las regulaciones ambientales son cada vez más rigurosas, por lo que Aston Martin se verá forzado a exprimir su bloque V12 al máximo haciendo algunos ajustes, al menos hasta que la normativa lo permita, ya que una vez que esta no permita el uso del motor, Aston Martin tendrá que echar mano de él y descontinuarlo, pero para eso todavía quedan algunos años.