Renault 8, recordando al auto que cautivó a los jóvenes de México en la década de los 60

No es un secreto que la firma francesa ha sido una de las grandes protagonistas en la historia automotriz mundial, sobre todo tras el término de la Segunda Guerra Mundial, cuando sus autos económicos, rendidores y fiables comenzaron a ganarle una gran reputación que la ayudó a brincar el charco en los sesenta, asentándose en suelo americano de manera formidable, principalmente en México, donde la comercializadora Dina de Ciudad Sahagún, Hidalgo la trajo con el exitoso Renault Dauphine, al que le siguió el Renault 8.

Rápidamente Renault ganó adeptos, no solo en el estado de Hidalgo, sino en todo el país. Cuando el legendario Dauphine se despidió del mercado, un nuevo modelo hizo su aparición: el nuevo Renault 8, presentado en 1965.

El Renault 8 era en realidad una versión económica del formidable deportivo francés Renault 8 Gordini, pero no por ello era un mal auto, al contrario, era más que un digno sucesor del Dauphine. Al igual que su antecesor montaba el motor en la parte trasera, pero para solucionar los problemas de sobreviraje la marca había puesto especial hincapié en mejorar el chasis y la suspensión, que aún era de ejes oscilantes, pero con una nueva barra antivuelco que otorgaba la sujeción necesaria en la pista.

Esta pequeña modificación en su estructura propició un espectacular cambio en el desempeño, y es que la nueva barra hacía que, en lugar de sobrevirar, entregara una carga justa de subviraje, lo que a su vez se tradujo en un manejo muy ágil y divertido en la autopista, combinándose con un equipamiento muy completo que incorporaba, entre otras cosas, frenos de disco en el eje delantero.

En un mercado donde el Volkswagen Sedan reinaba absolutamente, el Renault 8 acaparó la atención del público joven. En 1970, tratando de ofrecer una versión más deportiva, Renault presentó la nueva versión Renault 8 S, que cambió el antiguo motor de 1.0 litros por uno de cuatro cilindros de 1.3 litros con carburador weber y sistema de recuperación, acompañado por un cambio estético que incorporaba cuatro luces frontales, iguales a las del Renault 8 Gordini europeo.

En Francia, el ciclo de vida del Renault 8 se acabó en 1971, pero en nuestro país el éxito fue tal que la marca decidió continuar con sus ventas hasta 1975, incluso importando 10 de los últimos Gordini construidos en Europa, mismos que hasta nuestros días podemos encontrar en los eventos de autos clásicos que se celebran en nuestro país.

Finalmente, en el 75 se le dio una digna despedida al Renault 8 para acoger con el mismo cariño en el mercado a los más modernos Renault 5 y Renault 12, quedándose en el pasado así también la tradición de Renault de construir modelos con el motor en la parte trasera, pero creando una nueva era de éxito para la marca en México.

En Motorpasión México | Estos 11 autos pasaron sin pena ni gloria por México, y merecen una segunda oportunidad

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