Comprar un auto nuevo en México se ha vuelto más difícil para muchos bolsillos, con cada vez menos opciones debajo de los 300,000 pesos. Y sí, su precio promedio sí ha subido más que el de muchos otros bienes esenciales, aunque hay algunas letras chiquitas para explorar en este análisis.
Mientras la inflación general avanzó a paso firme, el costo de los vehículos se ha disparado en los últimos 20 años, incluso por encima de alimentos y vivienda. De acuerdo con un reporte publicado por El Economista con cifras de J.D. Power, el precio promedio de un auto nuevo pasó de 161,000 pesos en 2005 a 516,000 pesos en 2024. Esto representa un aumento del 320% en 20 años, o un incremento anual de unos 6.3% por año.
En contraste, la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas subió aproximadamente 170%, y la de vivienda propia entre 130% y 200%, dependiendo si se consultan datos del INEGI o de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).
Factores como la escasez de semiconductores, el encarecimiento de insumos y la transición a tecnologías avanzadas explican esta tendencia en la industria automotriz. Si nos ponemos a comparar, los precios de la comida han crecido, pero a un ritmo menor.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del INEGI reporta un incremento de apenas 110% para autos durante los últimos 20 años. Pero el desfase entre estos datos con los de la consultora responde a metodologías distintas. Mientras el INEGI mide la variación de precio de un modelo base dentro de una canasta fija, J.D. Power toma en cuenta el precio promedio real de venta, que incluye mejoras tecnológicas, seguridad, conectividad y equipamiento.
Precios suben, pero tecnología también
Tomar en cuenta esta diferencia es clave: el consumidor actual no compra el mismo tipo de vehículo que hace 20 años. En junio de 2005, concretamente, los Nissan Platina, Volkswagen Pointer, Chrysler Neon y Chevrolet Chevy estaban entre los más vendidos del país, según el INEGI. Muy diferente a los Nissan Versa, Mazda CX-30, Chevrolet Aveo o Kia K3 que figuran entre lo más vendido en los últimos meses en México.
La tendencia apunta a autos más grandes, potentes y equipados, lo que eleva el precio promedio, aunque el INPC no lo refleje de forma proporcional. El encarecimiento no solo responde a la inflación, sino a un mercado que empuja hacia autos más sofisticados y costosos.
En el caso de los alimentos, los incrementos son una combinación de la inflación nacional junto a factores globales como el alza de granos, la crisis logística post pandemia y la guerra en Ucrania.
Por su parte, el aumento en el valor de las viviendas ha reflejado el crecimiento urbano y la escasez de suelo en zonas metropolitanas. Según datos de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), el precio promedio de la vivienda en México llegó a 1,617,000 pesos en 2023, con un alza del 10.9% ese año, la mayor desde 2006. Desde 2012, los costos han crecido a un ritmo promedio de 5.5% anual.