Roadtrip: Hyundai ix35 a Presa Iturbide (Parte 1)

Desde que escuchamos el eslogan "El viaje está por comenzar" durante el lanzamiento de Hyundai en México hace más de medio año, nos planteamos la idea de realizar un Roadtrip a bordo de uno de sus coches, pero ni el i10 ni el Elantra nos parecieron tan adecuados para un viaje familiar como la Hyundai ix35. Con paciencia esperamos a que llegara a nuestro garaje, tomamos la llave, pusimos el dedo sobre el mapa y, ahora sí, el viaje estaba por comenzar.

Justo a las 7 de la mañana, con el sol aún negándose a salir, partimos en dirección a la Presa Iturbide, ubicada en el municipio Isidro Fabela en el Estado de México. Entre oyameles, pinos, ocotes y "el gran charco", se pueden practicar diferentes actividades en familia, como caminata, pesca (sólo en ciertas temporadas del año) y campismo. Lo mejor es que se encuentra a poco más de una hora de la Ciudad de México.

Cómo llegar a Presa Iturbide

Llegar no es complicado; hay que tomar la autopista Chamapa-Lechería y tomar la salida a San Mateo, en el km 20 de la vía, y tras pasar la caseta continuar en línea recta por una sinuosa carretera de doble sentido que, sin el mejor pavimento, ofrece una vista privilegiada rodeada de naturaleza. Tras conducir alrededor de 30 kilómetros, encontrarás la entrada a la presa. Hay que pagar una cuota de 25 pesos para entrar.

Antes de llegar al destino, es recomendable tomar una pequeña desviación hacia las Cascadas Catidey, donde además de disfrutar un recorrido a la orilla de un río, podrás comer en los restaurantes que las rodean y disfrutar unas "piñas locas". Para llegar a ellas hay que tomar la salida izquierda al llegar a la Gasolinera Las Manzanas y continuar en línea recta; en algún momento encontrarás una "Y", toma la del lado derecho y en menos de diez minutos encontrarás la entrada.

Como recomendación, sugerimos visitarlas en un auto que tenga suficiente altura al piso —como nuestra Hyundai ix35— porque para entrar hay una pendiente no pavimentada de superficie lodosa y rocosa, donde tuvimos la oportunidad de probar el control de descenso de nuestra unidad de pruebas. El sistema se encarga de controlar acelerador y freno para descender de manera segura; el conductor sólo se encarga del volante.

Antes de llegar a la Presa Iturbide, recomendamos dar un paseo por las Cascadas Catidey y probar las Piñas Locas.

Hyundai ix35: Conducción en carretera

Lo mejor para la familia

El manejo va orientado hacia el confort. Sin prisa, la Hyundai ix35 devora kilómetros brindando gran comodidad a sus pasajeros.

Aunque la mayor parte del camino no pudimos viajar a más de 60 km/h —la carretera de doble sentido tiene bastantes baches—, el trayecto de la autopista Chamapa-Lechería nos permitió analizar el comportamiento del SUV compacto de Hyundai a altas velocidades.

Como el resto de la familia Hyundai, la puesta a punto de la suspensión y la dirección tienden a la comodidad. Las irregulares del camino prácticamente desaparecen y las curvas son tomadas con suavidad, aunque con un evidente balanceo de la carrocería recordándonos que estamos al volante de una camioneta cuyo centro de gravedad es alto. No llega a transmitir nerviosismo —el ESP siempre estará para apoyarnos— pero su orientación definitivamente es hacia el confort, no tanto a las sensaciones deportivas.

El motor encargado de dar vida a la Hyundai ix35 es un 2.0 litros de 152 caballos de fuerza y 141 libras pie de torque. Despegar no representa mayor problema para este bloque, pero habrá que ser pacientes para alcanzar ritmos alegres. Los 1,400 kilos que pesa nuestra unidad de prueba juegan en contra de la aceleración, sobre todo tratándose de un motor atmosférico que probamos a 3,500 metros sobre el nivel del mar. Sería interesante que Hyundai ofreciera el motor 2.4 litros de 182 hp con el que comercializa esta camioneta en Estados Unidos.

La transmisión automática de 6 velocidades —que puede llevarse en modo manual— hace los cambios un poco después de lo esperado, permitiendo que el motor suba de revoluciones para entregar la fuerza necesaria para mover a la camioneta, pero pasando su factura en el consumo urbano: 8.3 km/l. Pero si aprendemos a dosificar el acelerador, en carretera la cifra se puede extender hasta unas entusiastas 15.3 km/l.

No es complicado arrancar, pero hay que ser pacientes para alcanzar ritmos alegres. Un motor más grande le haría justicia a sus capacidades.

Continuará... Continúa.

Fotografía | Gerardo García

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