Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse La Finale

Ante sus ojos tienen al último ejemplar de un auto histórico: Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse La Finale, con el cual la marca cierra el ciclo de diez años de un modelo que ejemplifica a la perfección lo que debe ser un superdeportivo exclusivo, de gran potencia y arrebatadora presencia.

Sin embargo, éste no es el fin, ya que de acuerdo a Wolfgang Dürheimer, CEO de Bugatti, la marca buscará “ampliar y consolidar la posición de liderazgo del Veyron con el nuevo reto de hacer mejor al mejor”.

Luego de vender las últimas 450 unidades del Bugatti Veyron, la marca propiedad de Volkswagen expone en el Auto Show de Ginebra el Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse La Finale, junto a la primera unidad de este coche que fue vendida en el año 2005.

Bugatti Veyron Grand Sport La Finale, marcado con el número de chasis 450 cuenta con una máquina W16 que provee un torque superior a los 1,500 Nm y que puede catapultar al auto de 0 a 100 km/h en 2.6 segundos, así como de alcanzar una velocidad máxima de 410 km/h.

Cuando diseñaron “La Finale”, ingenieros y diseñadores se inspiraron en el primer Veyron y llevaron su obra un paso más allá al dotarla de una carrocería de fibra de carbono de color rojo. De hecho, el diseño de la arquitectura exterior está basada en el chasis número 1, creado una década atrás.

Inspiración en modelos legendarios

Luego viene el patrón de dos colores, en cual fue muy popular en los modelos Bugatti de la década de los 20 y los 30. El emblema La Finale aparece en el alerón y en la sección delantera.

Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse La Finale

El principio y el fin de una era legendaria.

Además, por primera vez en un Veyron, las tomas de aire y la cubierta del intercooler fueron pintadas de color negro. El emblema EB y el número 16.4 también fueron pintados de color Italian Red. Los rines de diseño específico prosiguen el patrón cromático del exterior.

Interior, a la altura de un auto de colección

Así como el exterior, el interior de La Finale paga un tributo al primer Veyron. En el habitáculo predomina la tapicería de piel color beige, con detalles en color rojo "Hot Spur", el cual aparece en los reposabrazos, consola central, panel de instrumentos, tablero e incluso en la circunferencia del volante.

En la cabina predomina un patrón bicolor y acabados simplemente exquisitos

Los asientos de cubo fueron tapizados de forma magistral y en las cabeceras destaca el logo La Finale bordado. Como se puede apreciar, la fibra de carbono también fue utilizada profusamente en la cabina,

Sin duda, la joya del interior es el famoso elefante de Bugatti que aparece en la cubierta localizada entre los dos asientos. Este paquidermo fue esculpido en bronce y pintado de color negro y de hecho, también aparece en la tapa de la toma de combustible y en la cubierta del aceite. Por su parte, el emblema "450/450" también fue pintado de color negro.

Rembrandt Bugatti, el renombrado escultor y hermano de Ettore, el fundador de la compañía diseñó el elefante que apareció por primera vez en el tapón del radiador del Type 41 Royale y que posteriormente se convertiría en el símbolo de la firma automotriz.

Bugatti Veyron fue un auto anhelado por muchos y propiedad de muy pocos La presentación mundial de la versión La Finale marca la culminación de un capítulo sin precedentes en la historia del automovilismo mundial. Ahora la pregunta que flota en el aire es: ¿cuánto tiempo tendremos que esperar para ver al sucesor de este auto legendario?

Vía | NetCarShow

En Motorpasión México | Aún quedan ocho Bugatti Veyron por vender

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