Los efectos de los aranceles impuestos por Estados Unidos no se hacen esperar: Stellantis ha decidido detener temporalmente la producción en sus plantas de México y Canadá, lo que afecta las plantas de Toluca y Saltillo del conglomerado.
El efecto dominó de las acciones de Stellantis como respuesta a los aranceles también trajo el despido de 900 trabajadores en cinco instalaciones de Estados Unidos. Sin embargo, en México no habrá recortes de personal, y los empleados continuarán asistiendo para labores de mantenimiento y capacitación.
Los nuevos aranceles del 25% sobre la importación de vehículos desde México y Canadá han generado incertidumbre en la industria automotriz. Stellantis, en un comunicado oficial, aseguró que sigue evaluando el impacto de estas tarifas y colaborando con la administración estadounidense para mitigar sus efectos.
La planta de Toluca, responsable del ensamblaje del Jeep Compass y el Jeep Wagoneer S, permanecerá inactiva durante abril. No obstante, los empleados seguirán acudiendo a sus turnos, aunque sin fabricar vehículos, según la empresa. La planta de Saltillo también suspenderá operaciones del 31 de marzo al 13 de abril, pero esto es debido a una reducción en los pedidos.
“Hay que resaltar que habrá paro de producción pero nuestra gente seguirá trabajando en cuestiones de mantenimiento y entrenamiento”, dice el comunicado.
Producción en espera
El 2 de abril, Trump anunció un arancel base del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos, con tasas más altas para ciertos países. Pero los aranceles de 25% a las importaciones de autos comenzaron desde fines de marzo, aunque con excepciones para autopartes desde México y Canadá.
En Estados Unidos el impacto fue inmediato. Stellantis despidió a 900 empleados en sus instalaciones de Warren Stamping, Sterling Stamping, Indiana Transmission, Kokomo Transmission y Kokomo Casting.
“Es devastación pura”, dijo a Reuters el presidente del sindicato local de la planta de estampado en Warren, Romaine McKinney III, y expresó su preocupación por la moral de los trabajadores, especialmente después de un año marcado por recortes de personal y estrategias de reducción de costos impulsadas por la compañía.
En Canadá, la planta de Windsor, donde se fabrican modelos como la Chrysler Pacifica y el Dodge Charger Daytona, también detendrá su producción por dos semanas, con unos 4,500 trabajadores impactados. Le llueve sobre mojado a Stellantis.