Síguenos en Google y entérate de las mejores noticias

El Spirit R/T fue la gran hazaña de Chrysler en los 90: tenía motor desarrollado con Lotus e hizo sudar a varios deportivos en el mundo

Pablo Monroy

1991 será un año para recordar en varios ámbitos: Capcom lanzó Street Fighter II: The World Warrior, convirtiéndose en el videojuego de peleas más exitoso de la franquicia y salió a la venta el primer ejemplar de la Revista Club Nintendo de México.

Ayrton Senna consiguió su tercer y último título en la Fórmula 1, a bordo de un McLaren y en las salas de cine debutó Terminator 2: El juicio final, de James Cameron. Pero para los entusiastas de los autos deportivos, fue un año marcado por el debut del Chrysler Spirit R/T.

En aquel entonces, la idea de diseño de un deportivo de calle era diferente a la que conocemos hoy en día: era un sedán con sus tres volúmenes bien definidos en la carrocería, pero con elementos que alejaban al R/T del Spirit convencional, como las fascias específicas, faldones laterales o los rines de aleación de 15 pulgadas, montados sobre neumáticos P205/60R15.

Montado sobre la plataforma Chrysler AA, derivada de la arquitectura K, pero con una distancia entre ejes extendida, su principal característica se encontraba en sus entrañas. Bajo el cofre, el Spirit R/T ocultaba un motor de cuatro cilindros de 2.2 litros, con cabeza de 16 válvulas y diseñado por Lotus, el cual, gracias a la sobrealimentación de un turbocompresor Garret, era capaz de generar 224 caballos de fuerza y 217 libras-pie de torque al eje delantero.

El propulsor estaba acoplado a la única opción de caja disponible para el R/T, una manual de cinco velocidades A568 de alta resistencia, fabricada por la división New Process Gear de Chrysler, con un conjunto de engranajes suministrado por Getrag, de modo que se trataba de un tren motriz muy solvente, pero sobre todo divertido.

No fue casualidad que, por aquel entonces, el R/T fuera considerado como "el sedán más rápido fabricado en Estados Unidos" y uno de los sedanes de alto rendimiento más veloces por debajo de los 40,000 dólares.

Un coche así necesitaba un sistema de frenos a la altura, por lo que equipaba de serie discos ventilados en las cuatro ruedas para trabajo pesado, aunque el ABS se ofrecía como una opción, eran otros tiempos.

Todos los Spirit R/T se fabricaron orgullosamente en México, en la planta de hoy Stellantis ubicada en Toluca, Estado de México. En 1991 se vendieron en Estados Unidos un total de 1,208 unidades de las cuales 774 estaban terminadas en rojo y 434 en blanco. En 1992 se vendieron 191 unidades adicionales: 92 en rojo, 68 en blanco y 31 en plateado.

Por otro lado, los únicos cambios perceptibles para 1992 fueron una relación de transmisión más baja, esto para reducir el retraso de la entrega turbo, tablero con acabado en imitación madera, similar al del Chrysler LeBaron sedán, inserciones negras en la parrilla superior e inferior, micas transparentes en lugar de ámbar para las luces de estacionamiento y direccionales delanteras, y un velocímetro calibrado a 240 km/h, en lugar de 190 km/h.

Chrysler de México también vendió dos versiones del Spirit R/T. El R/T básico, vendido de 1991 a 1995, que utilizaba un motor SOHC turbo de cuatro cilindros de 2.5 litros y 8 válvulas, exclusivo para México, con intercooler, que entregaba de 168 hp, unido a una transmisión automática A413 de 3 velocidades. De hecho, estos R/T fueron utilizados por la policía en nuestro país.

Para 1992, el R/T más equipado, denominado R/T DOHC, era impulsado por el mismo bloque con el que se comercializaba en Estados Unidos, con transmisión manual de 5 velocidades. En nuestro mercado se ofrecían más opciones y un equipamiento superior, como tapicería de piel, quemacocos y rines de aleación de 16 pulgadas, ninguno de los cuales se ofrecía en el R/T de la Unión Americana.

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com.mx

VER 0 Comentario