Bien dicen que el hubiera no existe, sin embargo, estamos casi seguros que si hace 25 años SEAT hubiera lanzado esta versión desconocida de Toledo, posiblemente miles de personas lo habrían convertido en un éxito comercial, pero eso es algo que nunca sabremos. Lo que sí sabemos es que la firma española de menos analizó lanzar una segunda carrocería para el nombre Toledo. Esta es la historia:
Los primeros años del nuevo milenio sirvieron para que SEAT mostrara su potencial y versatilidad como marca consolidada a nivel global. Su portafolio de productos comenzó a crecer y todos empezaron a tener diseños más propositivos. Dos de estos vehículos eran el SEAT León de primera generación, que se basaba en el SEAT Toledo de segunda generación, el cual, ahora sabemos que pudo tener una versión familiar, con carrocería station wagon.
Se trata del SEAT Toledo Vario, uno de los secretos mejor guardados de la compañía, pues jamás llegó a producción, pese a que pudo convertirse en el mejor aliado de las familias, gracias a que combinaba la nueva era de diseño de SEAT, con una carrocería repleta de espacio y funcionalidad.
Como el nombre y la imagen lo dan a entender, este automóvil utilizaba la misma plataforma de los mencionados León y Toledo, pero extendiendo el cuerpo del vehículo a partir del pilar B para ofrecer un extra de espacio en la segunda fila y en el maletero, que tenía una capacidad de almacenamiento de 600 litros con todos los asientos en su posición.
El diseño también resulta familiar, debido a que el frente es idéntico al de Toledo y León, mientras que la parte trasera innovaba con formas redondeadas y un juego de grupos ópticos que años más tarde conocimos en la tercera generación del SEAT Ibiza y en la segunda del Córdoba, que básicamente eran el mismo auto.
Asimismo, la denominación de Vario provenía del SEAT Cordoba Vario, que fue la versión station wagon de la primera generación del multifacético subcompacto, así como el único vehículo de este tipo hasta el año 2010, cuando la marca reintroduce la carrocería familiar con el SEAT Ibiza ST (Sport Tourer).
Regresando al tema principal, es una pena que SEAT decidiera no lanzar al SEAT Toledo Vario, pues podemos considera que esos años fueron una época de experimentación, llegando a otorgarle un motor V5 al Toledo sedán, propulsor que también hubiese impulsado al Vario, pues las imágenes así lo dejan ver.
A ciencia cierta, nadie sabe porqué SEAT no le dio luz verde al proyecto, algunos dicen que en esos años este tipo de carrocerías no eran tan apreciadas por los consumidores europeos. Otra hipótesis menciona que el Grupo alemán prefirió apostar por el Skoda Octavia Combi, pero nunca lo sabremos.