En pocas palabras (y números), cumplir con el EPA Energy Star Challenge for the Industry, significó para GM ahorrarse 162 millones de dólares en costos de energía a escala global (son 63 las plantas que cumplen con el reto), así como dejar de emitir 1.6 millones de toneladas de CO2.
Pero, echa un ojo a continuación, y averigua lo que GM evitó arrojar en los complejos de San Luis Potosí.
De acuerdo con las estadísticas que GM nos comparte, en los dos complejos de San Luis Potosí se redujo un promedio de 10% de energía utilizada por cada unidad producida en los últimos cinco años. Así, 6,766 toneladas de CO2 no entraron a la atmósfera. Por su parte, la planta de transmisiones tuvo una reducción de 4,295 toneladas de CO2.
Sumando el ahorro de energía en San Luis Potosí, equivale a la electricidad usada anualmente por 1,650 hogares. Aunque no se especifica el número de integrantes, con o sin niños, casados, divorciados, juntados... no entraremos en “detallitos”.
De esta forma, desde que en 2008 comenzó a andar el complejo potosino, GM ha ahorrado 5.7 millones de pesos anuales, por lo que la administración de la planta ya puso su granito de arena, gracias a la buena gestión de quienes laboran ahí, optimizando los horarios de producción, así como al haber identificado los desperdicios en sistemas de alumbrado, ventilación, etcétera.
Más información | Reporte de Sustentabilidad de GM