Estas marcas se equivocaron en México, pero hoy ya van por el buen camino. ¿El consumidor perdona?

Seamos sinceros. En la industria automotriz todas las marcas tienen productos que se han ganado fama de buenos por su durabilidad, manejo, equipamiento, seguridad o relación valor/precio, pero también están los que se consideran malos... precisamente por todo lo anterior. Hay marcas que han tenido una mala estrategia comercial en México y que ya se han redimido, pero que los consumidores aún no perdonan.

Llegar al punto en que prácticamente toda la gama de productos se considere malo es muy difícil, pero no imposible. Muchas veces, sea por malas rachas o malas decisiones, se ha decidido importar todo desde una fábrica que a la larga ha dado problemas de durabilidad o bien, con productos que no se supieron adaptar a las necesidades geográficas y sociales de México.

Renault y sus productos europeos

Después de haber sido una marca muy querida por los mexicanos, los "renoleros" aplaudieron su regreso a nuestro mercado luego de varios años de ausencia. En su momento lo hizo con productos europeos muy interesantes que los mexicanos no dudaron en comprar: Megane I y II, Scenic I y II, Laguna o Clio. A pesar de ser muy buenos en términos de manejo, seguridad y acabados, solían dar problemas a la larga, sobre todo los Megane II y Scenic II, que tenían graves problemas eléctricos.

A Renault no le quedó más solución que abandonar su estrategia europea y tomar un rumbo diferente en México, con un portafolio más adecuado a nuestras circunstancias: modelos con base Dacia, con fama de durables y de bajo costo. De ahí que difícilmente escuchemos fallas en Sandero, Stepway o Logan.

Otros modelos de gama superior, como Fluence o Koleos, sí pertenecen a la gama global de Renault, pero más bien recurren a una base de Nissan, por lo que su durabilidad ha incrementado. Hoy todavía arrastran el estigma de "latosos", pero lo cierto es que han sacrificado sofisticación a costa de durabilidad. Al cliente lo que pide.

Peugeot y la mala suerte de los franceses en México

Junto con Renault, Peugeot gozó de mala suerte durante los primeros años del nuevo milenio en México. Cuando llegó el 206, inmediatamente se convirtió en uno de los hatchbacks favoritos de los jóvenes. Ofrecía un fuerte sabor europeo, un diseño fuera de lo común e incluso una variante descapotable que enloqueció a la juventud.

Todo tomó un curso distinto cuando comenzaron las fallas. Incluso el veterano Peugeot 405 comenzó a dar problemas y todo por venir de la planta de la marca en Sudamérica, que en aquellos años no sobresalía por una buena calidad de ensamble ni por fiabilidad.

La historia de Peugeot hoy es totalmente diferente. La marca no sólo ha renovado su gama, también ha traído modelos de diferentes plantas con mejor calidad y productos bien probados para aguantar el trato duro, como el Peugeot 301. Además conserva su esencia europea y queda claro con el 3008. Ha puesto especial atención en el trato con el cliente, llegando incluso a no cobrar el servicio si el consumidor no está satisfecho.

General Motors y su época gris

Es una de las marcas más populares en México, pero por algún tiempo descuidó la calidad de sus productos. Si bien en muchos casos era aceptable cuando veías el precio, usuarios que podían comprar autos más costosos no veían en los productos de General Motors una gran relación valor/precio.

Hoy la marca ha mejorado mucho la calidad de sus autos, sobre todo la de sus últimos SUV que vienen equipados hasta los dientes, como los nuevos Equinox, Terrain, Enclave y Cheyenne. El Chevrolet Malibu también es un buen ejemplo: por 400,000 pesos es uno de los modelos que mejor relación valor/precio ofrecen, pero rara vez se ve uno en la calle.

Fiat y su época de inestabilidad

La marca llegó a principios de la década pasada de la mano de General Motors, pero en su momento no hizo más que dar dolores de cabeza a los dueños de sus autos, primero por algunas fallas que presentaban sus modelos, luego por romper su relación con General Motors y quedar en manos de un importador que sólo empeoró su presencia en nuestro país. Tras haberse estabilizado y haber adquirido Chrysler, los italianos nos llegan con una estrategia diferente.

A pesar de que siguen vendiendo autos de nivel básico con buena aceptación, también han logrado inyectar el ADN deportivo de la casa con modelos Abarth e incluso han tenido éxito con productos de corte lúdico, como el 500. La marca ahora llega a más ciudades a través de distribuidores Chrysler y con precios y equipamiento más competitivos.

Volvo y los malos pasos de Ford

La firma sueca vivió momentos de crisis durante su estancia en manos de Ford. La calidad de sus productos calló y se les llegó a etiquetar como autos para toda la vida, porque venderlos no era nada sencillo. Esto ocasionó dolores de cabeza entre sus propietarios, quienes vivían momentos de terror cuando llevaban su auto a reparación y les llegaba la cuenta.

Hoy, en manos de Geely, Volvo no sólo presume una calidad sensacional en sus productos, también han ganado terreno en materia de equipamiento y durabilidad. Los distribuidores se han renovado, la gama de productos ha cambiado por completo y, al día de hoy, suponen una alternativa muy interesante frente a las premium de siempre.

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