De acuerdo a los especialistas, la crisis que actualmente se vive debido a la escasez de semiconductores, va para largo y se espera continúe por lo menos todo el 2022, con miras a mejorar durante el 2023, para llegar a una cierta “normalidad” en el 2024. Sin duda lo anterior suena demasiado drástico pero es un escenario con altas probabilidades, algo que sin duda seguirá afectado a marcas como Toyota y su larguísima lista de espera que actualmente tiene la nueva Land Cruiser 300.
Desde un principio, el inicio de producción de este modelo, se vio afectado debido al cierre de la planta donde se produce, sufriendo un paro de actividades durante un mes por cuestiones de la pandemia actual, sumado a ello, luego de su reapertura, la falta de semiconductores fue retrasando cada vez más la producción de el SUV todoterreno de la firma japonesa.
De por sí, el modelo previo a su lanzamiento, ya había generado una gran expectativa entre el público, superando un 400% las reservas en el mercado japonés. Traduciéndose en una espera para entregar las unidades en hasta cuatro años, en el peor de los escenarios.
Esto fue confirmado por la misma Toyota, con un aviso en su página oficial de Japón, advirtiendo a los posibles clientes del tiempo que podrían llegar a esperar en caso de querer adquirir una de esas unidades. Por otra parte, otro de las repercusiones que podrían generarse, es que la reventa de una Land Cruiser 300, podría dispararse con precios bastante elevados, de acuerdo a la alta demanda del modelo.