No vayas a rayar tu vidrio: así puedes quitar correctamente las calcomanías y hologramas de verificación de tu auto

Imagina que acabas de comprar un auto cuyo dueño anterior sentía debilidad por coleccionar hologramas de verificación, los más comunes, como trofeos de guerra. Mecánicamente pudo haber sido buena compra pero, estéticamente, traer los vidrios del auto con todos esos adhesivos francamente proyectan una mala imagen, eso sin considerar que resta visibilidad para manejar y puede ser motivo de multa.

Si ya cumplieron su función, lo mejor es retirarlos. Aunque parezca una tarea difícil, realmente no lo es, sin embargo, se deben tener ciertos cuidados y consideraciones para no maltratar la superficie del vidrio, en especial si la calcomanía está adherida sobre las líneas del desempañador del medallón. A menos que todos los vidrios estén repletos de estampas, este trabajo no te tomará más de 20 minutos. Es momento de poner manos a la obra.

Para esto necesitaremos un repuesto de navaja de afeitar, paño de microfibra limpio, limpiador para vidrios, o en su defecto jabón líquido para lavar platos, diluido en agua y colocado en un atomizador, y una cuña plástica.

Se puede improvisar con una plumilla para tocar la guitarra, una credencial o una tarjeta plástica. Antes de iniciar cualquier actividad recuerda siempre proteger con un trapo las partes próximas al área donde estes trabajando.

• Lo primero es aplicar un poco de limpiador para vidrios directamente sobre la calcomanía, para ablandar el pegamento y deja que actúe por un par de minutos. Esto, además, servirá de lubricante cuando empieces a despegar el material de la superficie de vidrio.
• Con ayuda del repuesto de navaja de afeitar y con el pegamento todavía húmedo, empieza a retirar la calcomanía despacio, iniciando por las esquinas y hacia el centro del adhesivo. Aplica el limpiador para vidrios durante el proceso, esto facilitará retirar cualquier rastro de pegamento.

¿Qué pasa si la calcomanía está adherida sobre las líneas del desempañador?

• La recomendación es que desde el principio evites a toda costa colocarlas en esta área, pero si ya están ahí, aplica un poco de calor con ayuda de una secadora de cabello, para ablandar el pegamento.
• Una vez que el material de la calcomanía esté reblandecido, retírala con la ayuda de la cuña plástica, pues si utilizas la navaja, en este caso corres el riesgo de maltratar el desempañador. Cuando una pequeña parte del adhesivo se haya despegado, procura arrancarla con los dedos.
• Finalmente, para dar un acabado profesional, aplica un poco más de limpiador para vidrios sobre la superficie y limpia el exceso con un trapo de microfibra, haciendo movimientos circulares. Si notas restos de pegamento pasa nuevamente la navaja, pero hazlo con mucho cuidado.