Realmente hay pocas cosas que puedan sacar a una persona adulta mayor de su rutina diaria, a menos que se trate de una experiencia a bordo de un Lamborghini o un McLaren.
Se trata de un programa denominado Granborghini, creado por Mark Cody, un británico de 36 años, quien afirma que su abuela se quitó la vida hacia el final de la pandemia de covid-19 debido a su sensación de aislamiento.
"Mi promesa siempre fue llevarla a dar un paseo en un Lamborghini y la oportunidad nunca se presentó, así que pensé que me encantaría poder existir para evitar que alguien se encontrara en la situación en la que se encontraba mi abuela", declaró Cody a la BBC.
Cody es el motor del programa, pero no funcionaría sin los voluntarios que ofrecen su tiempo y sus coches para llevar a los adultos mayores a disfrutar de los viajes de sus vidas. Vídeos compartidos en las redes sociales de Grangorghini muestran a los mayores bajando de sus superdeportivos, diciendo cosas como: "me siento como una estrella de cine" y "lo recordaré para siempre".
Del mismo modo que los pasajeros muestran su felicidad, lo están los voluntarios y los dueños de los autos, que también parecen estar disfrutando al máximo de la experiencia. Robin Gibbons da paseos en su McLaren y le encanta ver las caras de sus pasajeros. "Compras estos autos para hacer sonreír a la gente, y ese es el valor para mí", dijo Gibbons.
Con mucha frecuencia, los coches exóticos se guardan en garajes privados y rara vez se conducen, porque el propietario no quiere acumular kilómetros y afectar su valor. Felicitaciones, a Cody y al equipo de Granborgini, quienes nos recuerdan que estos coches pueden ofrecer mucho más que un simple valor monetario. En algunos casos, incluso pueden salvar una vida.
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