De todas las marcas de Stellantis, Chrysler quizá sea una de las más importantes, pero también de la que menos hemos escuchado hablar en los últimos años. Con presencia en pocos países y una gama compuesta por sólo dos modelos —uno de ellos a punto de jubilarse—, la firma estadounidense no había dado grandes señales de vida hasta ahora, con la presentación del Airflow Concept.
El nombre Airflow se usó por primera vez en Chrysler en los años 30, con un vehículo de aerodinámica y diseño revolucionarios. Lo que nos presentan hoy en el Consumer Electronics Show persigue el mismo camino, aunque también quiere marcar el paso dentro de Stellantis en términos de inteligente artificial y electrificación.
Su plataforma es nueva dentro de Stellantis y está destinada completamente a vehículos eléctricos. El prototipo emplea dos motores eléctricos, cada uno de 201 hp, instalados en cada eje. Por ahora no hay información respecto a la batería, aunque Chrysler adelanta una autonomía de entre 563 y 644 km y compatibilidad con carga rápida.
Ahora bien, en lo que respecta a tecnología, la cabina del Airflow Concept se presenta con un estilo limpio, protagonizado por tres grandes pantallas en el tablero y otro par colocadas en los respaldos para los ocupantes de la segunda fila. Chrysler busca, ante todo, la conectividad. Los pasajeros podrán realizar videoconferencias y gozar de servicios de inteligencia artificial para e-commerce, pago de servicios, navegación y comandos de voz. La marca quiere integrar la experiencia digital, laboral y del hogar en un mismo ecosistema.
Todo apunta a que el Airflow Concept se convertirá en el siguiente lanzamiento de Chrysler y en el primer vehículo eléctrico de la marca, aunque habrá que esperar hasta 2025 para ello. El objetivo de Stellantis es convertir a Chrysler en una marca de modelos exclusivamente eléctricos para 2028.