Si eres seguidor de la saga Fast and Furious, es muy probable que recuerdes un auto muy particular que tuvo una breve pero explosiva y emocionante aparición en pantalla. Para ser más precisos, durante la secuencia del tren en Brasil, dónde Vin Diesel y compañía robaban un Pantera De Tomaso y un poco usual Chevrolet Corvette Grand Sport, el cual es protagonista de las siguientes líneas.
Mongoose Motorsports, un fabricante y preparador americano, fue el encargado de replicar el modelo original de 1963, del que por cierto solamente fueron fabricadas cinco unidades, dos convertibles y tres coupés, las cuales actualmente se encuentran valuadas en varios millones de dólares.
Las réplicas utilizadas en la película fueron 12 en total, sobreviviendo solamente tres de ellas y la unidad con mejor estado de conservación será subastada a través de Volo Cars el próximo 14 de abril del presente año. Cada una de estas réplicas del modelo conocido como "Cobra Killer", portaba un V8 con 380 hp de origen Chevrolet y transmisión automática, al igual que el original de 1963.
Esta réplica basada en el Corvette C2 puede tener un look impresionante y jactarse de haber aparecido en un auténtico blockbuster Hollywoodense, es por ello que para el final de la subasta, se espera obtener un precio de entre $95,000 y $100,000 dólares. Sin embargo, también existe la posibilidad de que Mongoose Motorsports fabrique desde cero una nueva unidad por la módica cantidad de $85,000 dólares, unos $185,000 pesos mexicanos. Eso sí, el motor y la transmisión no están incluidos.
